No sé del bien ni del mal, creo saber, pero en mi interior sé que no. Mi sino fue siempre nadar contra marea, de todas las putas olas tragué agua, las rocas de la orilla tienen mi piel y mi sangre, nunca me dejaron subir. Y yo cansado por los años decidí que cada vez que notase el corazón golpear mi sien, antes de ahogarme, me dejo llevar por Los Marea. Con una sonrisa en la boca... Así vomiten los peces.
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